Me encanta estar agradecida, la gratitud es una sensación que conforta el espíritu. El agradecimiento atrae más de lo que deseas a tu vida. Tenemos todos los días tantos motivos para estar agradecidos.
Estoy agradecida a la Vida por estar viva, por Ser quien Soy, al Espíritu, Ángeles, mi Yo Superior, a la Fuente, a Dios, al Universo, al Cielo, Alá, Jehová, Buda, Krishna o como queramos llamar a esa Gran Energía de Amor, y, principalmente, a nosotros mismos por habernos permitido co-crear una vida maravillosa en la cual crecer y evolucionar.
Agradecida de mis ojos, con los que día a día puedo ver la cara sonriente de mis familiares, vecinos y amigos, al mundo y a ese sol, tan esplendoroso que, a veces tengo que cerrarlos. Agradecida de mis manos, que si bien no todo lo que hacen es arte, se suavizan para ofrecer una caricia a quien la requiera. Mi nariz, gracias por existir, y al olfato, por poder apreciar ese rico aroma del café recién colado, o ese perfume que evoca tantos recuerdos gratos. Agradecida por todas mis experiencias y por lo que me han enseñado y lo que he aprendido. Por mi capacidad de escoger cómo quiero responder a mi vida, por la oportunidad de cambiar, por aquellos a los que amo y a los que no también, a este fabuloso Planeta y por toda la riqueza que me ofrece la Madre Tierra, porque puedo cambiar la forma en la que me siento, por todas las bendiciones que he recibido.
ESTOY AGRADECIDA POR TODO
Me pasaría una vida entera y la que sigue dando gracias por todas las bendiciones recibidas y por recibir. Y es que estar agradecido, es encontrarse en Estado de Gracia. ¿Qué más se puede pedir? De los buenos momentos el disfrute y de los no tanto el aprendizaje implícitos en ellos y los nuevos senderos. En fin, GRACIAS...
