martes, 29 de junio de 2010

VER ES CREER: LOS CUATRO MUNDOS DEL CHAMÁN


Una de las cosas más confusas que enfrentan los estudiantes del chamanismo es la forma en que los chamanes miran mundo. Confunde a mis alumnos en la actualidad y ciertamente me confundió a mí cuando me iniciaba en esta tradición. En mi época de adolescente, en el campo, a veces mi padre, al igual que los demás agricultores, hablaba de los cultivos y animales que había a nuestro alrededor, y en algunas ocasiones se dirigía a ellos como si los cultivos y los animal fueran seres inteligentes, capaces de comprenderle y responderle. A pesar de que yo también aprendí a hacerlo, tuvo que transcurrir bastante tiempo para llegar a comprender el proceso. En una época determinada, todas las conversaciones con los árboles, flores, insectos, rocas y edificios que tenía lugar a mi alrededor, me impedían concentrarme en mi trabajo. Entonces, de algún modo, aprendí a abrirme y cerrarme aquel tipo de concienciamiento, sin saber cómo lo hacía.

El auténtico punto de partida fueron las enseñanzas de Wana Kahili sobre los cuatro mundos (niveles o clases de experiencia) entre los que todo el mundo fluctúa espontánea y, por regla general, inconscientemente, pero que los chamanes cultivan a conciencia. Se trata del ike papakahi (literalmente: primer nivel de experiencia), el ike papalua (segundo nivel de experiencia), el ike papakolu (tercer nivel de experiencia) y el ike papaha (cuarto nivel de experiencia). En términos generales, me explicó que éstos representaban respectivamente el mundo ordinario, el mundo psíquico, el mundo de los sueños y el mundo existencial. Por razones didácticas he optado por definirlos como mundos objetivo, subjetivo, simbólico y holístico. También me dijo que dichos mundos eran comunes a todas las personas, no sólo a los chamanes, y que la única diferencia consistía en que los chamanes los utilizaban con conocimiento y propósito. También agregó que gran parte de la con fusión en la vida de la gente emana de una mezcla de dichos mundos en la mente y en el habla. Mi objetivo era el de instruir a mucha gente en poco tiempo sobre la experiencia chamánica, por lo que a pesar de un punto de partida tan favorable, me quedaba mucho por aprender. Lo que figura a continuación es un breve resumen de dicha búsqueda e investigación.

Serge Kahili King